Escriba Usted la Historia/ Estos fueron mis queridos viejos
A 20 anos de su partida, con la sola mencion de su nombre, los lugarenos inmediatamente le rememoran por su bonhomia y su inseparable buen humor, hasta sus ultimos dias tuvo una agilidad mental increible, jamas hubo quien lo batiera verbalmente ya que quien quisiera sorprenderlo con intencion de alb...
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Published in | El norte |
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Format | Newspaper Article |
Language | English |
Published |
Monterrey, Mexico
Editora El Sol, S.A. de C.V
16.09.1995
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Summary: | A 20 anos de su partida, con la sola mencion de su nombre, los lugarenos inmediatamente le rememoran por su bonhomia y su inseparable buen humor, hasta sus ultimos dias tuvo una agilidad mental increible, jamas hubo quien lo batiera verbalmente ya que quien quisiera sorprenderlo con intencion de alburearlo o vacilarlo, le salia el tiro por la culata y lo dejaba de una manera elegante y limpia sin la menor intencion de intentarlo de nuevo, pero eso si, siempre sin ofender. A pesar de no haber podido terminar ni el segundo ano de primaria, su brillante inteligencia le es ampliamente reconocida y me comentan los que le conocieron mas ampliamente que de haber tenido una educacion formal hubiera sido alguien muy importante en su tiempo, por su filosofia de la vida. Fue el primero en tener camion en ese poblado, su mente progresista permitio que sus hijas mayores asistieran a la escuela en Monterrey, esto fue en una epoca en que era algo inaudito y muy criticado, por esto lo admiro aun mas, ya que la mayor, Mary, se pudo realizar como enfermera en la Secretaria de Salubridad y Asistencia, tratando enfermos de tuberculosis; la segunda, Fina, se dio gusto con sus creaciones para damas llegando a ataviar a la actriz Maria Tereza Montoya; Ludy, mi madre, fue una eficiente secretaria que trabajo a mediados de los 40 en el incipiente ITESM; Alejandrina, tambien enfermera, llego a directora de la Escuela de Enfermeria del IMSS y actualmente sigue fungiendo como directora en escuelas de Linares y Montemorelos, esparciendo la semilla del saber de ese gran hombre. He querido compartir con ustedes el enorme orgullo de ser descendiente de ese gran hombre, don Eutimio Fernandez, y repasar muy someramente algunos aspectos de la obra que hizo en esta su entranable tierra. Pero honor a quien honor merece y su obra nunca habria sido la misma ni de la misma magnitud sin el catalizador que le acompano como su sombra fiel, su "media naranja", dona Maria Ines Cavazos, que nacio tiempo despues que el (25 de mayo de 1896), pero que embonaron y se complementaron perfectamente, para dar origen como robusto tronco de un roble, a la gran familia Fernandez Cavazos, que va cediendo su savia a las ramas mas jovenes que siguen creciendo en todas direcciones. |
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