Seguridad de los sistemas TCI

La administración farmacológica persigue un objetivo terapéutico sin efectos adversos. Para ello se dispone de sistemas tradicionales (bolos o perfusión continua con bomba volumétrica o MCI “manualy controlled infusion”) y sistemas TCI (Target Controlled Infusion o controlada por objetivos). Esta úl...

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Published inRevista Electrónica de AnestesiaR Vol. 9; no. 1
Main Author Pérez Herrero, M. A
Format Journal Article
LanguageSpanish
Published 2017
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Summary:La administración farmacológica persigue un objetivo terapéutico sin efectos adversos. Para ello se dispone de sistemas tradicionales (bolos o perfusión continua con bomba volumétrica o MCI “manualy controlled infusion”) y sistemas TCI (Target Controlled Infusion o controlada por objetivos). Esta última, utiliza bombas de perfusión controladas por microprocesadores para ajustar las concentraciones plasmáticas o en la biofase a los requerimientos anestésicos, al estímulo quirúrgico y a las características individuales de los pacientes. La disponibilidad clínica de los sistemas TCI empezó en 1996, tras el Congreso Mundial de Anestesia, celebrado en Sidney. De forma similar a la administración de anestésicos volátiles, estos sistemas infunden la cantidad necesaria para alcanzar una concentración objetivo (target) en un determinado tejido o compartimento tisular, mediante la utilización de modelos farmacocinéticos. Frente a los sistemas tradicionales de administración de fármacos que los dosifican en función del peso y altura del paciente; la TCI tiene en cuenta otras variables como edad, sexo o aclaramiento de creatinina. El objetivo es mantener una concentración constante, precisa y predecible dentro de una ventana terapéutica que garantice el efecto deseado, lo que es primordial para obtener una recuperación farmacológica previsible al finalizar de la anestesia.
ISSN:1989-4090
1989-4090