Consumo de antimicrobianos parenterales en diferentes hospitales de Chile durante el año 2005

El consumo de antimicrobianos parenterales en hospitales y sus sistemas de control no han sido evaluados previamente en Chile. Para conocer la magnitud de este consumo (en DDD por 100 días camas), los potenciales factores asociados y los sistemas de regulación, se aplicó una encuesta en una muestra...

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Published inRevista chilena de infectología Vol. 25; no. 6; pp. 419 - 427
Main Authors Fica C, Alberto, Cabello M, Angela, Juliet L, Chrystal, Prado D, Priscilla, Bavestrello F, Luis
Format Journal Article
LanguagePortuguese
Spanish
Published Sociedad Chilena de Infectología 01.12.2008
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Summary:El consumo de antimicrobianos parenterales en hospitales y sus sistemas de control no han sido evaluados previamente en Chile. Para conocer la magnitud de este consumo (en DDD por 100 días camas), los potenciales factores asociados y los sistemas de regulación, se aplicó una encuesta en una muestra de hospitales públicos y privados a lo largo del país durante el año 2005. Un total de 29 hospitales o clínicas contestaron la encuesta, 20 de tipo público (69%). Sólo 48,1% declaró contar con un comité independiente de antimicrobianos y 17,2%o permite el uso libre sin ninguna restricción. Los carbapenémicos y glicopéptidos fueron los compuestos más supervisados (82,8 y 75,9%o, respectivamente). Los programas de control sobre antimicrobianos fueron más frecuentes en los hospitales públicos que en el resto y sólo los hospitales no públicos permitían el uso libre sin restricciones. El consumo global de los compuestos antibacterianos alcanzó 59,98 DDD por 100 días camas, representando los ß-lactámicos el 74,3%o de este consumo (44,57 DDD por 100) y las cefalosporinas el 43%o de este valor (25,78 DDD por 100). El consumo de cloranfenicol, penicilina G y cloxacilina fue más elevado en los hospitales públicos. En contraste, el consumo de imipenem-cilastatina, linezolid, cefuroxima y caspofungina, fue más elevado en los de tipo no público. El mayor consumo de cefazolina apareció ligado, en un análisis multi-variado, al uso libre sin restricción y el mayor consumo de ciprofloxacina, a los hospitales no públicos. Aquellos lugares que tuvieron un mayor consumo de imipenem-cilastatina presentaron una menor susceptibilidad a este compuesto en cepas de P. aeruginosa y A. baumannii. El consumo de linezolid fue mayor en lugares con mayores porcentajes de aislados de Enterococcus sp resistente a vancomicina. Los datos demuestran que es necesario reforzar las medidas ministeriales vigentes desde 1999 sobre el uso racional de antimicrobianos en hospitales.
ISSN:0716-1018
DOI:10.4067/S0716-10182008000600001