Tratamiento actual del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH)

El tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) incluye intervenciones farmacológicas, psicosociales y educativas, y en él se aconseja un diseño personalizado teniendo en cuenta las características del paciente, el tipo de trastorno y la comorbilidad que lo acompaña. Los...

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Published inPharmaceutical care España Vol. 15; no. 4
Main Authors M.ªD. Palomino, C. Pérez Guerrero, M.ªJ. Martín-Calero
Format Magazine Article
LanguageEnglish
Spanish
Published Fundación Pharmaceutical Care España 01.07.2013
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Summary:El tratamiento del trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) incluye intervenciones farmacológicas, psicosociales y educativas, y en él se aconseja un diseño personalizado teniendo en cuenta las características del paciente, el tipo de trastorno y la comorbilidad que lo acompaña. Los fármacos de primera línea son el psicoestimulante metilfenidato (MTF) y atomoxetina (ATX), un simpaticomimético de acción central no estimulante. Ambos reducen las manifestaciones clínicas de inquietud, inatención e impulsividad, mejorando la calidad de las relaciones sociales y el rendimiento académico. Metilfenidato bloquea el transportador presináptico de dopamina (DA) y noradrenalina (NA), aumentando la concentración de estos neurotransmisores en el espacio presináptico neuronal. Se presenta en formas de liberación inmediata (LI) (Rubifen® y Medicebran® en preparados de acción prolongada con tecnología OROS® [osmotic controlled-release oral delivery system], Concerta® y Metilfenidato Sandoz®) y en pellets (Medikinet®), que permiten seleccionar adecuadamente la dosis y la pauta posológica. Las formas de LI pueden inducir efecto rebote al provocar un pico plasmático elevado que decae en poco tiempo. Atomoxetina (Strattera®) es un inhibidor muy selectivo y potente del transportador presináptico de NA; aumenta los niveles de NA y DA en la corteza prefrontal, pero no en las regiones corticales relacionadas con el desarrollo de tics o riesgo de abusos de sustancias. Puede ser la alternativa a MTF cuando éste pierde eficacia o está contraindicado. La efectividad de ambos fármacos debe considerarse a partir de las 2-4 semanas. Sus reacciones adversas son numerosas y con frecuencia causan malestar, lo que dificulta la adherencia. Por ello es necesario el seguimiento de estos pacientes, y el farmacéutico puede ejercer un papel destacado para mejorar el cumplimiento y los efectos de la farmacoterapia.
ISSN:1139-6202
2794-1140