Implante de prótesis peneana: indicaciones y abordaje penoescrotal

La prótesis de pene inflable se desarrolló en 1973 como tratamiento definitivo para la disfunción eréctil. Desde entonces, estos dispositivos protésicos han sufrido grandes modificaciones, produciendo avances científicos y tecnológicos, mejorando la fiabilidad, la longevidad y los resultados quirúrg...

Full description

Saved in:
Bibliographic Details
Published inActas urologicas españolas Vol. 44; no. 5; pp. 377 - 381
Main Author Vendeira, P.
Format Journal Article
LanguageSpanish
Published Elsevier España, S.L.U 01.06.2020
Subjects
Online AccessGet full text

Cover

Loading…
More Information
Summary:La prótesis de pene inflable se desarrolló en 1973 como tratamiento definitivo para la disfunción eréctil. Desde entonces, estos dispositivos protésicos han sufrido grandes modificaciones, produciendo avances científicos y tecnológicos, mejorando la fiabilidad, la longevidad y los resultados quirúrgicos. La implantación quirúrgica de una prótesis de pene puede considerarse en pacientes con disfunción eréctil que no responden a la farmacoterapia o que prefieren una solución permanente a su problema. De acuerdo con las Directrices de la EAU (2019), independientemente de la indicación, y con base en una evaluación adecuada, la implantación de prótesis tiene una de las tasas de satisfacción más altas (92-100% en pacientes y 91-95% en parejas) entre las opciones de tratamiento para la disfunción eréctil. El acceso penoescrotal es el más común, utilizado en > 80% de los implantes de prótesis de pene inflable en todo el mundo. Las quejas y casos de insatisfacción tras la cirugía de prótesis de pene inflable más frecuentes se deben a problemas técnicos o resultados quirúrgicos deficientes, como la longitud final del pene. Es necesario incrementar la información que recibe el paciente en el ámbito preoperatorio de la cirugía de prótesis de pene inflable, incluyendo el manejo de altas expectativas, y debemos ser cuidadosos a la hora de elegir a los pacientes adecuados para el tratamiento definitivo. Inflatable penile prosthesis was developed in 1973 as a definitive treatment for erectile dysfunction. Since then these prosthetic devices underwent huge modifications, and scientific and technologic advances were accomplished, improving reliability, longevity and the surgical outcomes. Surgical implantation of a penile prosthesis may be considered in patients with erectile dysfunction who do not respond to pharmacotherapy or who prefer a permanent solution to their problem. According to the 2019 EAU Guidelines, regardless of the indication, prosthesis implantation has one of the highest satisfaction rates (92-100% in patients and 91-95% in partners) among the treatment options for erectile dysfunction based on appropriate consultation. The penoscrotal handling is the most common approach accounting for >80% of inflatable penile prosthesis placed worldwide. Most frequent complaints and dissatisfaction with inflatable penile prosthesis are related to technical issues or poor surgical outcomes such as the final length of the penis. There is an urgent need to improve the patient awareness in inflatable penile prosthesis in the preoperative arena, including the high expectation management, and an effort to select the proper patients for definitive treatment.
ISSN:0210-4806
1699-7980
DOI:10.1016/j.acuro.2020.01.010