La musicalidad como parte de la cognición distribuida en danza
Musicality in dance does not need music. ¿How is musicality apparent in the dance studio, and to what extent is a social construct? We define musicality as a social skill. We analize how dancers share their artistic judgement when narrating the choreographical tasks that take place when rehearsing a...
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Published in | Methaodos : revista de ciencias sociales Vol. 4; no. 1; pp. 163 - 175 |
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Main Author | |
Format | Journal Article |
Language | Spanish |
Published |
17.04.2016
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Subjects | |
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Summary: | Musicality in dance does not need music. ¿How is musicality apparent in the dance studio, and to what extent is a social
construct? We define musicality as a social skill. We analize how dancers share their artistic judgement when narrating
the choreographical tasks that take place when rehearsing a new piece. Our claim for this paper is that musicality is part
of a vocabulary of motives as artistic justification. As a social skill, musicality relies on two other social skills, listening
and fisicality. To capture the variability of the phenomenon, we have observed what happens when the choreographer
gives instructions and directs a rehearsal within a cognitive ethnography of a British neoclasical dance company. We
selected from the general corpus of data 11 interviews to the company members, which we analized with grounded
theory principles. Our findings show how our unit of analysis must be the interaction among dancers in a self-regulated
coupling. Thus, we show how musicality is a social hability that can only work in a network of social skills, together with
fisicality and listening. It is, in all, the local product of distributed cognition in the dance studio.
La musicalidad en danza no necesita música. ¿Cómo se se hace aparente entonces la musicalidad, y hasta qué punto es
social? Queremos definir la musicalidad en tanto que de habilidad social (Wacquant, Collins). Vamos a analizar cómo
los bailarines comparten su juicio artístico al relatar las tareas coreográficas que han seguido en el ensayo de una pieza
de danza. Nuestra premisa para este artículo es que la musicalidad forma parte de un vocabulario de motivos de
justificación artística. Y que, en tanto que habilidad social, la musicalidad depende de la escucha y la fisicalidad. Para
captar la variabilidad de la habilidad social de la musicalidad hemos observado qué sucede cuando el coreógrafo da
instrucciones y dirige un ensayo, mediante una etnografia cognitiva de una compañía de danza inglesa. Como parte del
corpus de datos recogido, hemos analizado mediante los principios de la teoria fundamentada 11 entrevistas a
bailarines y bailarinas. Veremos que la unidad de análisis de este artículo no es ya el bailarín o la bailarína, sino la
interacción social como un acoplamiento autoregulado entro dos o más miembros de la compañía. Los resultados
muestran cómo la musicalidad es una habilidad social que sólo puede funcionar en relación a una red de habilidades
sociales, entre las cuales se encuentra la fisicalidad y la escucha. Se trata, en definitiva, del producto local de la
cognición distribuida en el estudio de danza |
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ISSN: | 2340-8413 2340-8413 |
DOI: | 10.17502/m.rcs.v4i1.110 |