Comentarios del Comité Español Interdisciplinario de Prevención Cardiovascular (CEIPC) a las Guías Europeas de Prevención Cardiovascular 2012

Resumen Las guías europeas de prevención cardiovascular contemplan 2 sistemas de evaluación de la evidencia (SEC y GRADE) y recomiendan combinar las estrategias poblacional y de alto riesgo, interviniendo en todas las etapas de la vida, con la dieta como piedra angular de la prevención. La valoració...

Full description

Saved in:
Bibliographic Details
Published inHipertensión y riesgo vascular Vol. 30; no. 4; pp. 143 - 155
Main Authors Royo-Bordonada, M.A, Lobos Bejarano, J.M, Villar Alvarez, F, Sans, S, Pérez, A, Pedro-Botet, J, Moreno Carriles, R.M, Maiques, A, Lizcano, Á, Lizarbe, V, Gil Núñez, A, Fornés Ubeda, F, Elosua, R, de Santiago Nocito, A, de Pablo Zarzosa, C, de Álvaro Moreno, F, Cortés, O, Cordero, A, Camafort Babkowski, M, Brotons Cuixart, C, Armario, P
Format Journal Article
LanguageSpanish
Published Elsevier Espana 01.10.2013
Subjects
Online AccessGet full text

Cover

Loading…
More Information
Summary:Resumen Las guías europeas de prevención cardiovascular contemplan 2 sistemas de evaluación de la evidencia (SEC y GRADE) y recomiendan combinar las estrategias poblacional y de alto riesgo, interviniendo en todas las etapas de la vida, con la dieta como piedra angular de la prevención. La valoración del riesgo cardiovascular (RCV) incorpora los niveles de HDL y los factores psicosociales, una categoría de muy alto riesgo y el concepto edad-riesgo. Se recomienda el uso de métodos cognitivo-conductuales (entrevista motivadora, intervenciones psicológicas), aplicados por profesionales sanitarios, con la participación de familiares de los pacientes, para contrarrestar el estrés psicosocial y reducir el RCV mediante dietas saludables, entrenamiento físico, abandono del tabaco y cumplimiento terapéutico. También se requieren medidas de salud pública, como la prohibición de fumar en lugares públicos o eliminar los ácidos grasos trans de la cadena alimentaria. Otras novedades consisten en desestimar el tratamiento antiagregante en prevención primaria y la recomendación de mantener la presión arterial dentro del rango 130-139/80-85 mmHg en pacientes diabéticos o con RCV alto. Se destaca el bajo cumplimiento terapéutico observado, porque influye en el pronóstico de los pacientes y en los costes sanitarios. Para mejorar la prevención cardiovascular se precisa una verdadera alianza entre políticos, administraciones, asociaciones científicas y profesionales de la salud, fundaciones de salud, asociaciones de consumidores, pacientes y sus familias, que impulse la estrategia tanto poblacional como individual mediante el uso de toda la evidencia científica disponible, desde ensayos clínicos hasta estudios observacionales y modelos matemáticos para evaluar intervenciones a nivel poblacional, incluyendo análisis de coste-efectividad.
ISSN:1889-1837
DOI:10.1016/j.hipert.2013.04.003