Bruxismo un hábito recurrente en jóvenes con ansiedad

El bruxismo es uno de los más prevalentes desórdenes oclusales, que hoy en día se da con mayor frecuencia en jóvenes puede presentarse como dolor orofacial o cefalea en región temporal; es considerado como el hábito de apretamiento y rechinado de los dientes, con movimientos que hacen contactos sin...

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Published inRECIMUNDO Vol. 2; no. 2; pp. 236 - 258
Main Authors Loza Jarama, Diego Omar, Maroto Hidalgo, Verónica Natalia, Vásquez Armas, Gina Fernanda, Andrade Galarza, José Vicente
Format Journal Article
LanguageEnglish
Spanish
Published 17.03.2018
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Summary:El bruxismo es uno de los más prevalentes desórdenes oclusales, que hoy en día se da con mayor frecuencia en jóvenes puede presentarse como dolor orofacial o cefalea en región temporal; es considerado como el hábito de apretamiento y rechinado de los dientes, con movimientos que hacen contactos sin propósitos funcionales y con distintos grados de intensidad.Existen dos tipos de entidades clínicas: el bruxismo diurno y nocturno, los cuales pueden estar desencadenados por una serie de factores en donde los periféricos (morfológicos) ocupan un menor rol o incluso inexistente y los factores centrales (fisiopatológicos y psicológicos) involucrados en gran medida en su génesis.Los factores de riesgo más importantes que provocan el bruxismo son el estrés, la ansiedad y la depresión, pero así mismo se han hecho estudios actuales en donde involucran con mayor incidencia al consumo de alcohol, tabaco, drogas (éxtasis y cocaína) e incluso medicamentos que causan el bruxismo.Los diferentes efectos que estas pueden generar estas sustancias en el individuo son de excitación, inducen un estado de relajación, haciendo disminuir las ideas o pensamientos negativos. Con dosis elevadas se altera la capacidad de concentración y coordinación, pudiendo presentarse crisis de ansiedad y ataques de pánico; e incluso desarrollar complicaciones aún más graves.Mucho más allá de eso, estas sustancias causan efectos negativos en los dientes gracias a los movimientos involuntarios de mandíbula, en algunos casos pueden desencadenar en el bruxismo lo que puede causar dolor de cabeza crónico, deformaciones faciales, fracturas en los dientes y erosión del esmalte dental.
ISSN:2588-073X
2588-073X
DOI:10.26820/recimundo/2.(2).2018.236-258