Competencias emocionales en la formación de profesionales en trabajo social

La pandemia por COVID-19 y el contexto de emergencia socio-sanitaria trajo consigo, entre otras cosas, la oportunidad de visibilizar los cambios requeridos por el sistema formativo y profesional que demanda al colectivo de trabajo social: reinventarse para llevar a cabo nuevas formas de ayuda e inte...

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Published inEducación (Universidad de Costa Rica) Vol. 47; no. 2; pp. 891 - 907
Main Authors Concha Toro, Marcela del Carmen, Lagos San Martín, Nelly Gromiria, Anabalón Anabalón, Yasna Belén, López López, Carmen Verónica, Becerra Aguayo, Patricia Alejandra
Format Journal Article
LanguageEnglish
Portuguese
Spanish
Published Universidad de Costa Rica 01.07.2023
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Summary:La pandemia por COVID-19 y el contexto de emergencia socio-sanitaria trajo consigo, entre otras cosas, la oportunidad de visibilizar los cambios requeridos por el sistema formativo y profesional que demanda al colectivo de trabajo social: reinventarse para llevar a cabo nuevas formas de ayuda e intervención social en crisis. Lo anterior implica desplegar todo su potencial para ofrecer recursos de apoyo emocional en situaciones de distanciamiento físico-social bajo modalidad de teletrabajo, en estado de confinamiento o de regreso a la nueva normalidad. Todos estos hechos han ido generando desgaste y agotamiento emocional, tanto en este grupo profesional como en la población estudiantil en formación. El objetivo de este trabajo es relevar la importancia que tiene la educación emocional y la formación de competencias emocionales que fortalezcan el desempeño profesional de futuras personas trabajadoras sociales, no solo en un contexto excepcional sino en cualquier situación cotidiana que requiera de su atención o intervención. El principal motivo es, sobre todo, porque las competencias emocionales tienen directa relación con las habilidades sociales y cognitivas, con el logro de los aprendizajes y con los resultados laborales. Como principal resultado se evidencia la necesidad de implementar programas formativos que promuevan el desarrollo de competencias emocionales a partir de un diagnóstico claro que permita reorientar el proceso de enseñanza y aprendizaje. De este modo se busca aportar a la formación integral de las futuras personas profesionales del trabajo social. Se concluye que las competencias emocionales hacen referencia a un desarrollo humano integral, que apunta a un proceso educativo en la sociedad actual y a un aprendizaje a lo largo de toda la vida que integra el aprender a conocer, aprender a hacer, aprender a ser y aprender a convivir. Finalmente, se recomienda que la incorporación del aprendizaje socioemocional sea gradual, continuo y sistemático; contemplando una estrategia de capacitación permanente dirigida al equipo docente que forma al estudiantado de trabajo social, integrando un enfoque teórico desde la sociología de las emociones que considere la diversidad sociocultural de los entornos y contextos en los que estos se desenvuelven. 
ISSN:0379-7082
2215-2644
2215-2644
DOI:10.15517/revedu.v47i2.53644