Larva cutánea migratoria. Caso clínico

Larva cutánea migratoria supone una enfermedad ocasionada por larvas de nematodos transmitidos por el suelo contaminado con heces de perros y gatos portadores de la enfermedad. El hombre solo supone un huésped accidental, por lo que la enfermedad queda autolimitada; sin embargo, es necesario tratar...

Full description

Saved in:
Bibliographic Details
Published inRevista Española de Podología Vol. 27; no. 2; pp. 82 - 85
Main Authors Campillo Campaña, Ramón, Alonso Peña, David, Bendito Guilarte, Beatriz, Alonso Peña, Javier, García, José Vicente, Arnáiz-García, M.a Elena
Format Journal Article
LanguageSpanish
Published Elsevier España, S.L.U 01.07.2016
Subjects
Online AccessGet full text

Cover

Loading…
More Information
Summary:Larva cutánea migratoria supone una enfermedad ocasionada por larvas de nematodos transmitidos por el suelo contaminado con heces de perros y gatos portadores de la enfermedad. El hombre solo supone un huésped accidental, por lo que la enfermedad queda autolimitada; sin embargo, es necesario tratar la infección con el objetivo de paliar el prurito y las alteraciones cutáneas que pueden desarrollar. Los pies son el lugar en el que con mayor frecuencia asientan las lesiones. El diagnóstico es fundamentalmente clínico y el tratamiento más empleado en la actualidad es la ivermectina por vía oral en monodosis. Las actividades preventivas resultan de gran utilidad, papel que recae sobre la figura de médicos y podólogos. Cutaneous larva migrans is a disease caused by nematode larvae found in cat and/or dog feces and it is transmitted to humans when walking barefoot in contaminated ground. Human beings are only accidental hosts of this parasite, so the disease is self-limiting, although it is necessary to treat the infection in order to relieve the itching and cutaneous alterations that may develop. Lesions are more often found in feet. Diagnosis is essentially clinic and the treatment commonly applied is ivermectin oral monodose. Preventive measures are called for and physicians and podologists should be in charge of implementing them.
ISSN:0210-1238
DOI:10.1016/j.repod.2016.06.001