Lavandina

El tratamiento que le encomendó la curandera del barrio no se lo olvida jamás. La madre lo paraba sobre la silla, cortaba ajos por la mitad y le untaba el cuerpo antes de dormir. “Imaginate lo que es dormir con olor a ajo”. Así durante 10 días, y lógicamente no dio ningún resultado. Los ungüentos qu...

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Published inDermatología Argentina Vol. 30; no. 1; pp. 49 - 50
Main Authors Carbia, Sergio Gabriel, Malah, Verónica
Format Journal Article
LanguageEnglish
Published 01.01.2024
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Summary:El tratamiento que le encomendó la curandera del barrio no se lo olvida jamás. La madre lo paraba sobre la silla, cortaba ajos por la mitad y le untaba el cuerpo antes de dormir. “Imaginate lo que es dormir con olor a ajo”. Así durante 10 días, y lógicamente no dio ningún resultado. Los ungüentos que le recetaron en un hospital tampoco surtieron efecto. Las manchas en la nuca y en la cintura que le habían aparecido no se borraban. “Se me estaba yendo el color de la piel y nadie sabía nada. Mi familia veía a Charly García con su bigote blanco y no sabían siquiera que tenía ese trastorno”.
ISSN:1515-8411
1669-1636
DOI:10.47196/da.v30i1.2528